De entre todos los deseos...

De entre todos los deseos que se apoderan de mi mente, es el corazón atrapado en los vestigios del alma, el que susurra con la angustia de una perfidia en el ocaso magnético que hace del anochecer el amanecer amarrado a tu cintura eterna y que salpico con la lava de mis labios ensangrentados de mi última lágrima viva.

De entre todos los deseos que tengo en mi corazón, es el alma el que brota deambulando en horas donde, la escarcha mancha el iris perfecto de tu eclipse hecho mariposa y que sin alas vuela como vela en el tremular de tu memoria, álgida y plana, elipse de entregar tu concupiscencia remota a mi aliento acompasado a tu claroscuro de luna.

De entre todos los deseos que me surgen en el hastío de mi cuerpo, son mis brazos, molinos de viento que adormecen las noches de tinieblas que lejanas suenan, y que incandescentes se vuelven cuando regresas con tus ojos de luna llena, que me hacen temblar en la dorada cima de tu corazón acorazado. Podría ser faro de olas y olas de tu faro, para acompasar tus cimientos a mis anclajes, una y otra vez.

Y de entre todos los deseos, que son los que me sumergen en laberintos de aureolas, graznidos que se chocan con un susurro aterciopelado y suave, que me torna la voz a estatua de sal, cuando me hablas y me dices te quiero y yo te amo, y deseo ser sed en tu vientre de pan, amiga de la miga que juntos amamos.

Por eso, mi deseo eres tu, faro, luz, mar, espiga, aureola y tinieblas cuando dormitas y tengo la sensación de amarte tanto, que despierto siendo mis ojos el amanecer en ti.

Roberto Lumar

                                         Bajo los cielos que deje incendiados (Huesca-Lumar)