Cayendo en vértigos.

Caí en vértigos lunares, desperté en tu órbita haciendo que fuera círculo concentrico dando vueltas en el sentido de horas que llevan al pasado, ya cada roce circular, te daba eclipses de luna para ser sol a tu lado y tenerte en la planicie perfecta de tu cuerpo, ondulación cuando las curvas se hacen rectas y no hay aire que poder respirar.

Caí en rendijas donde existes, desperté en tus brazos, molinos de viento que me agitaban hacia la hipérbole de estar amando a un huracán, tormenta de pasión en mi corazón que hice de los dos, brisa de verano en un otoño que llega y que se para y espera la niebla, para ocultar mi sonrisa, colores que elegimos inventados para ser siroco en el pincel de tus besos.

Caí en tus ojos, desperté en tu pupila, iris de arco iris, premeditación de metáforas en las que soy objeto de tu cuerpo, estallido de nebulosas reflejado en el cielo me vi haciendo viento con olores a tu alma, persuasión de agua de llorar, momento perfecto de inundación, en los que sigo viéndote a través de mi vuelo de árboles encriptados en tu alma. Así, fuiste acuarela en mi corazón, y tus ojos me dijeron ven.

Desperté con lunas hechas mares, vientos aclamados por tu pasión, y ojos de celofán. Me vi reflejado en tu vuelo, tan cerca y tan lejos a la vez, que fui capaz de darle la vuelta al reloj de tu memoria, para hacer el pasado, presente con un futuro en el que regaré tus ojos con flores de terciopelo y ser mirada celestial.

Roberto Lumar

                                                    Oia, Grecia. Pasaje para volver a ti....