CARTA II (De estados armoniales)

Hoy en estado testimonial, con mis horas puestas en ti, tratando de buscar la armonía de tu pelo geométrico, de tus manos verticales y tu cuerpo oblicuo al mio.

Hoy en estado de armonía perfecta, pensando en los vértices de tu boca para poder besarlos, para poder dejarlos en mis ansias por tenerte, en el trozo de cielo que dejamos a la altura del corazón.

Hoy, que pienso en el sentimiento de tus palabras a veces mudas, a veces tan elocuentes, que me hace temblar con la magia de estar volando a tu lado y sin parar.

Hoy, estados de pureza me embriagan el alma, sabiendo que mi corazón vive en forma circular y dando vueltas a tu vida.

Hoy, que giro cuando te veo y que caigo al sentir que mi vida sin la tuya no tiene sentido, es cuando veo las palabras estructurarse en una jerarquía múltiple a efectos de ser frase para ti.

Hoy, que aún no te tengo del todo, pero que sin ti se que me volveria loco, quiero abordarte por el corazón, como un halito enmascarado sin prisa para que el corazón lata al unisono del tuyo.

Hoy, que quiero esbozar una sonrisa al mirarte en el cielo, desearía tenerte a mi lado, jugar contigo, vivir tu mundo y reir en cada nube del universo. Sólo así, estando juntos seremos uno, la suma perfecta de una unión que hará que todos los astros del cielo, mueran al extinguirse a años luz de nuestro amor, tan verdadero que podría vivir la eternidad a la altura de tu alma, mi corazón y nuestros besos perfectos.

Hoy, que tengo en mis manos la paz que nos hace falta, quiero contártelo, quiero desatar tormentas de amor para mojarnos en la lluvia de tus besos, tan perfectos, tan amables, tan mios, tan de otros tiempos no tan lejanos.

Hoy, que carezco de forma, soy una existencia de cara a tu futuro, al ser universales siendo un par, siendo capaces de sentir el vértigo al nacer juntos en el mismo corazón. Es por éso, que hoy tengo la seguridad de que tenerte a mi lado para siempre será únicamente magia. Yo lo quiero.

Roberto Amador

                                      Nubes donde nacen mis manos para crearte. (Cáceres)