Luna oblicua, destelleante armonía que transmites en ecos parabólicos, que se asemejan a mis gritos cuando te llamo a ti, la chica de las alturas. Todo eres, como plegaria sublime y ante las mareas de tu hechizo, quiero claudicar ante tu lecho, para así ser dos en una única luz.
Luna superflua, donde se gastan los besos en tu punto de gravedad, donde se gesta el gravitar de mi cuerpo dentro del tuyo, donde los ápices de tu aroma son enjendros de polvo cósmico, donde circundar es envolver tu cuerpo una y otra vez, donde orbitar es bailar con los planetas a tu lado siendo tu única, una sola luna.
Luna paralela, donde a tu lado voy, donde el vértigo se hace caricia y donde se desvanecen las energías más voraces para ser esquirla de pasión al unísono, donde mi saliva se gasta en la sal, y donde la sal forma parte de mi saliva, donde te siento como salina en mi pecho, donde te quiero en lo más profundo de mi alma, corazón y luna.
Luna de bruma, donde las horas empiezan donde acaba el día, donde la niebla es visible para encontrar tu alma, y mi alma tu corazón a altos grados de mercurio, donde el amanecer no tiene prisa por ser luz, donde el anochecer se duerme y sueña con ser eterno, donde las luces dormitan en un sueño profundo y alcanzan la hora del crepúsculo.
Roberto Amador
Abrazado a Tycho, donde amo.
Luna superflua, donde se gastan los besos en tu punto de gravedad, donde se gesta el gravitar de mi cuerpo dentro del tuyo, donde los ápices de tu aroma son enjendros de polvo cósmico, donde circundar es envolver tu cuerpo una y otra vez, donde orbitar es bailar con los planetas a tu lado siendo tu única, una sola luna.
Luna paralela, donde a tu lado voy, donde el vértigo se hace caricia y donde se desvanecen las energías más voraces para ser esquirla de pasión al unísono, donde mi saliva se gasta en la sal, y donde la sal forma parte de mi saliva, donde te siento como salina en mi pecho, donde te quiero en lo más profundo de mi alma, corazón y luna.
Luna de bruma, donde las horas empiezan donde acaba el día, donde la niebla es visible para encontrar tu alma, y mi alma tu corazón a altos grados de mercurio, donde el amanecer no tiene prisa por ser luz, donde el anochecer se duerme y sueña con ser eterno, donde las luces dormitan en un sueño profundo y alcanzan la hora del crepúsculo.
Roberto Amador
3 comentarios:
Que hermosa manera de sentir a una mujer..........Es hermoso, sensual,refleja el deseo de un hombre que ama más allá de la realidad. Me quito el sombrero, profe. Jazzetana
CADA DIA LO HACES TODO MAS HERMOSO ME QUEDAS SIN PALABRAS.MUCHOS HOMBRES COMO TU Y NO EXISTIRIA EL DESAMOR UN ABRAZO.
Mujer, divina entre todas, somos una fuente de energía indestructibles, somos almas que trasnochan en los sueños de un ser, pasión y deseo son dos signos donde imaginamos que somos estrellas caminantes en horizontes perdidos, somos gotas de savia que surcan mares y océanos.
Luna lunera donde los minutos son para la noche relámpagos de pasión donde se confunden en una sola realidad AMAR y ser amados....Amantes bajo la luna en una isla desnuda
Gracias profesor, maestro y escritor, tus palabras son echos, tus pensamientos son acciones y tus narrativas son poesía....besossssssss
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