Onírico Perfecto Compuesto (De sueños ensimismados)

Murmuro en una esquina y suspiro a la vez. Tu esencia la he sentido en el aire, y tu daga se hizo puñal al aniquilar mi aliento, preámbulo de besos líquidos que tengo fabricados para ti. Besos nuevos, como días repletos de abundancia, como luz de amanecer cada vez mas luminosos.

Dudaba si lo que sentía, era onírico o real. Mi mano se unió a tus dedos llenos de aire, aire sólido, que se hizo materia. Tu mano, lazo eterno se hizo enredadera y me sujetaba con la fuerza de un huracán. Caminamos entre lascivia por senderos de pasión, acordonando los corazones y sintiendo que no había niebla posible para eliminarnos del mundo.

Empecé a notar, que mi boca era puerto de tu naufragio, de días y años a la deriva. Tu saliva, oleaje perfecto, donde tu lengua era tsunami en mi boca, donde mi lengua era marea con fuerte marejada con indicios de olas estranguladas en mi resquicio, que te esperaba con anhelo.

Mis manos, recorrieron el atlas de tu cuerpo, pasé por tu desierto, montes universales y mareas de venus. Se hundieron sin más dilación, en la cueva de tus deseos, agujeros negros de sal hecha azúcar en donde mis labios bebían con toda la sed del mundo.

La inclinación de mi cuerpo se hizo paralela y horizontal a tus puntos de coordenadas, siendo la brújula, la antorcha de mi corazón, esta vez, orientada al norte de tu alma. La tierra empezó a temblar, movimientos sísmicos, ritmo perfecto, destellos perfectos y mi cuerpo haciendo retales en tu cuerpo de todos los colores.

Alba barítona, navegando dormida, dadivosa saciedad, dadivoso sol, sobre brechas hechas de ti. Turbulencias, me hacen despertar. Ahora vuelo, ahora vuelvo, ahora aterrizo, ahora que rizo tus erizos hechos caricias, delicias al despertar. Miro por la ventana y estás ahí. El universo es el único verso que de ti beso.

                                  Después de despertar, la ventana al mundo insólito. LU