Virtualmente puedo

Virtualmente no podría tener todo el tiempo del mundo para amarte, ya que soy una nube estival que pasea por mundos de pasión. Más que nada, vivo en la realidad de mis deseos que hoy se vuelven acordes a tu percepción de mirada furtiva cuando me oteas y revisas mis labios encendidos de pasión.

Virtualmente puedo ser capaz de urgar en tus venas, circuito circular a cada pálpito de tu corazón, ya que soy la sangre que te circunda una y otra vez, que cada vez que me amas, llego al puerto de tu corazón, alquimia de libertad que ansío. La realidad en este caso, es que padecí y salté al vacío. Lo que no se dobla se parte, y mi fuego se partió en cenizas hechas llamas. Doblé mi ansiedad porque así me lo pedía tu sed, mi sed, abrigo ensimismado de burbujas, olas de aire que se mezclaron con las nubes, que sabían de mi caída al cielo de tu boca.

Virtualmente soy capaz de entretener al tiempo, amándote con mi luz interior, mística y pura de amaneceres sonoros, repletos de melodías con canto de sirena, que salían directamente al azar de mi vacío, con ecos de voces aterciopeladas que se quebraban en el hastío de cielos imposibles.

Virtualmente hice equilibrio en mi nube, para ser deseo, para llegar a tu corazón, y para amarte en las horas que aún no están en el tiempo presente. Virtualmente quiero hacer del futuro, pasado con presente de puntos cardinales orientados hacia ti.

                            Virtualmente sugerente. Lagos de Plivitce (Croacia)