Sueño de Violonchelo (Susurros de cercanía)

Se va el año, quisiera ser tu para que estuvieras en mi. Quizás, mi ego no sería el centro si estuvieras a mi lado. Se va el año, sin casi notar tu presencia, sin rozarte, sin que el aire se mueva, sin que mis manos acaricien tu pelo de cascada batida, aterciopelado y con vestigios de humedad.

Azul eres dormida, con boca de princesa de sueño, sueño con tus ojos de burbuja color aceituna en la cercana lejanía de tus manos. Tus manos, sonido de arco arropado con notas y cantos de pajarillos que vuelan cada vez más cerca de mi.

La noche te deslumbra, mística como ella sola, se iguala a la luz del sol. Tus ojos, serena calma en frente de los míos, me hablan como aves que con solo mirar, vuelan a mi lado para ser oteados por mi alma. Noche y día, hacen que mientras tu sueñas, yo te piense y mientras yo te pienso tu me sueñes, con arpegios acorazados de sonidos de violoncelo, que van directamente al centro de mi corazón.

Deseé ser nota musical en el alma de tus susurros, color morado como el anochecer en mi hálito perfecto, que respira una y otra vez para ti. Silencio. Se hace música tus manos, fusa que se escapa siendo mi musa, pentagrama de lineas paralelas de sonidos equidistantes, son flores que jamás se marchitan que van al unísono, como ritmo hacia tus caderas.

Hoy un lejano sonido me llega a contraluz, como instrumento de cuerda, hilo que cuelga de mi corazón, esperándote en el alba de tu melodía hecha luz.

                                                 Música celestial con tus manos arqueadas