Remolinos de sal (Sonido de nubes)

Día vespertino, con copas de árboles que rasgan el cielo, para hacer botín las estrellas iluminadas. Las hace caer con esdrújulas palabras...Así me sentí, estética sílaba, pólvora selvática de recónditas músicas que aromáticas hacen sincrónicos polígonos con forma de corazón.

Día nocturno, con poesía de llanos anhelos, hoy nado con tu espera infinita, hecha trazos de retazos con lazos estipulados e incrustados en mi alma, como sello postal con fecha de aterrizaje. Insisto que el amor, es mi vía hecho vida, llevándome por otra ruta a tus labios, nadaré de noche y de día, sabiendo que tu puerto, es el fin de mi recorrido.

Día que se hizo noche, candor extraño de sentir tu voz entre las nubes, de saber que te amaba en la distancia y que sentía tu calor aunque no estaba a tu lado. Lado equivocado, me hizo viajar alocado, volar ensimismado, pensando en la única palabra que existía en mi aletargo: Tú, tú y tú.

Tú, tu misterio, me hizo abrir mi inconsciencia, siendo mi corazón concupiscencia, aroma pasajero de brisa de nieve que flotaba, olor perenne a tu boca de siempre, pero que bruma hace tu esencia espuma, me haces temblar, me paralizas y me trae el viento tu sinfonía de raíz, como un trueno ancestral lleno de abrazos tuyos. Remolinos de sal, déjame florecer en tu roca, llévala a tu mar y hazme alga eterna entre los acantilados de tu cuerpo.

                                  Paz, relax, tranquilidad...Día sereno, flor de anestesia