No era preciso

No era preciso, estar fuera de tu cuerpo, esperando a entrar. Laberinto de tinieblas, sin luz; ni opaca, ni traslúcida, tan sólo transparente en mi penumbra, que tu corazón lo hace sombra. Era precioso ser conjugación, de tus labios de menta, hechos de libélulas salvajes, como tus besos tan líquidos de amor, llenos de pasión.

No era preciso, saltar de nube a nube para conquistar tu agua, que sin caer me atrapa en los límites de la lluvia horizontal de tus labios de seda fabricados, con broches tus besos de caracola, de nuevo laberinto, perdido en la pérdida de tu cuerpo.

No era preciso, morir de frío si tu abrigo era universo en mis manos. Precioso anhelo de rozar a las estrellas, siendo tu la que me ilumina con voz de faro, luciérnaga estrepitosa, hada de haz de luz, luz diáfana, esquirlas de esquinas iluminadas, candente sabor a claridad, clarividente olor a tus ojos.

Era precioso el preciso momento que te ilumine el corazón, mi alma, linterna que alimenta tus oquedades en las oscuridades de las pasiones más terrenales. Era precioso, tener los límites anclados a un letargo de siglos dentro de ti. Era precioso, el anhelo de mis recuerdos, todos ordenados, donde jerárquicamente eran besos con caricias los que creaban las pasiones, parecidas a huracanes y donde mi alma era la torre gemela de tu corazón hecho escudo como coraza.

Era precioso, pero preciso el tiempo que pasé dentro de tu verano, siendo invierno en la atmósfera de tu respiración. No era preciso morir dentro de ti, mi hálito deseaba ser química en el físico de tu alma. Así, pude ser precioso en el momento de amarte..y no a cualquier precio.

                           No era preciso morir sin ti